Durante las últimas semanas se viene produciendo un ataque masivo desde los principales medios de comunicación contra la universidad pública en general y sus resultados, algo que se expresó con preocupación en la pasada Junta de Facultad celebrada el 3 de diciembre.
Desde la Facultad de Ciencias se respondió a las afirmaciones vertidas sobre nuestros egresados por la Secretaria de Estado Montserrat Gomendio en un artículo publicado el 26 de noviembre en ABC mediante una carta al director que el periódico tuvo a bien publicar el pasado 7 de diciembre (puede verse aquí).
El 1 de diciembre fue el diario El País el que, mediante una tribuna firmada por Félix de Azúa, arremetía contra la universidad a la que consideraba una institución con un nivel de corrupción similar a la de los poderes financieros o los partidos políticos. Nuevamente se ha respondido a esta agresión con una nueva carta al director. Dado que El País no ha tenido a bien la publicación de la misma, se adjunta a continuación su texto para conocimiento por todos los miembros de la Facultad y con la propuesta de su difusión en cuantos medios o redes sociales se considere oportuno.
Texto remitido al diario EL PAIS (2 de diciembre de 2014):
Estimado Director:
En su tribuna del día 1 de diciembre Félix de Azúa, en su intento de denigrar a Podemos, aprovecha para ofender a la Universidad Pública y a sus trabajadores que luchan diariamente por impulsar el conocimiento y transmitírselo a nuestros jóvenes. Su relato demuestra una gran ignorancia de la universidad actual y se remonta a una institución medieval que, afortunadamente, los cambios legislativos de los últimos 30 años han hecho desaparecer. Afirmar que la universidad está tan corrupta como las finanzas, los partidos o los sindicatos es un despropósito que cumple su fin último y malintencionado de descalificar sin aportar evidencias. Hablar de los malos resultados en educación sin hacerse eco del éxito de nuestros egresados en los países de nuestro entorno resulta sesgado. La universidad goza todavía de mecanismos de gobernanza democráticos mediante los cuales todos los asuntos quedan expuestos a la supervisión y control de los diferentes órganos colegiados. Es sin duda perfectible, pero hablar de relaciones de vasallaje y esclavitud demuestra un desconocimiento de la realidad actual. ¿Quizás nos habla de su proceder cuando ejercía de Catedrático en la misma?
José María Carrascosa, Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid
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