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Tipos de Armas Ofensivas

TIPOS DE ARMAS DE LA EDAD DEL HIERRO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Aquírecogen los principales tipos de armas Ofensivas peninsulares de la Edad del Hierro, agrupados por sus características físicas, tipos y variantes.

Para ver los principales tipos armas defensivas, pulse en el siguiente enlace.

Para mayores detalles, consultar el trabajo de F. Quesada Sanz El Armamento Ibérico.

DE VAINA

   

ESPADAS

De Hoja Curva

Falcata

Imágenes de ejemplo

Cabeza de ave
 

 

 

Falcata con empuñadura en forma de cabeza de ave rapaz. (de Almedinilla, Córdoba). 
Arma característica de los Iberos de la Alta Andalucía, Sureste y Levante meridional entre los siglos V y I a.C. Aparece en otras zonas en pequeño número. Procede de una espada similar del área itálica, que a su vez tuvo su origen en los Balcanes. No deriva pues de la kopis griega, que es una evolución paralela.
Falcata con empuñadura en forma de cabeza de ave rapaz. (de Almedinilla, Córdoba).

Cabeza de caballo

Falcata con empuñadura en forma de cabeza de caballo (de Tózar, Granada).
La falcata tiene fuertes connotaciones rituales y simbólicas, derivadas por un lado de su forma, similar a la del cuchillo sacrificial, y por otra de su asociación a los guerreros. Además, a veces aparece decorada con damasquinados en plata.
Falcata con empuñadura en forma de cabeza de caballo (de Tózar, Granada).
Empuñadura rectangular
"Baleárica"
La llamada ‘falcata baleárica’ es un arma de un sólo filo, pero sólo está muy lejanamente emparentada con la falcata. Aparece en la Edad del Hierro en Mallorca y Menorca La llamada ‘falcata baleárica’ es un arma de un sólo filo, pero sólo está muy lejanamente emparentada con la falcata. Aparece en la Edad del Hierro en Mallorca y Menorca

De hoja recta

I Edad del Hierro

Gran variedad formal

Espada de hoja recta del Tosal de los Regallos (Huesca), en hierro con empuñadura única con elementos de bronce macizo. Es un unicum. Se ha fechado dentro del s. VII a.C., pero podría ser muy posterior. En la cuenca del Ebro se conocen otras espadas de hierro con paralelos en Francia que marcan la introducción del armamento en hierro en torno al 650-550 a.C. 

 

Espada de hoja recta del Tosal de los Regallos (Huesca), en hierro con empuñadura única con elementos de bronce macizo. Es un unicum

 

Empuñaduras de dos espadas antiguas. Una procede de una tumba tartésica de El Palmarón (Huelva), la otra de una tumba del Ibérico Antiguo en La Solivella (Castellón). Se trata de armas similares, con hoja  recta, estrecha y larga, con empuñadura de lengüeta plana (que iría cubierta por cachas de hueso) rematada en botón terminal, y guarda corta. La pieza de Huelva se data entre el 600-550 a.C., y la de la Solivella puede pertenecer al s. VI a.C.

Falcata con empuñadura en forma de cabeza de ave rapaz. (de Almedinilla, Córdoba).

De frontón

I Hoja pistiliforme

Espada de frontón de tipo Quesada I. Procede de la sepultura XIX de la necrópolis ibérica de Casa del Monte, en Albacete. Este tipo de espada, de ancha hoja punzante y cortante, está entre las más antiguas de la panoplia ibérica, fechándose entre el s. V a.C. y quizá las primeras décadas del IV a.C., aunque ya en franca decadencia, pues fue sustituido por la falcata. Desde el Sureste su uso se extendió al ámbito de la Meseta.

Espada de frontón de tipo Quesada I. Procede de la sepultura XIX de la necrópolis ibérica de Casa del Monte, en Albacete
II Hoja triangular

Dibujo, realizado hacia 1905 por L. Siret, de una espada de frontón hallada en la necrópolis de Villaricos (Almería). Este tipo (II) con hoja de tendencia triangular y numerosas acanaladuras en toda su superficie, es poco habitual. La espada de frontón es de remoto origen mediterráneo,  y se conocen ejemplares con esta característica empuñadura rematada en un ‘frontón’ curvo desde plena Edad del Bronce. En el Levante español ha aparecido una espada itálica de este tipo, en bronce, quizá un prototipo del futuro desarrollo puramente ibérico, en hierro.

Dibujo, realizado hacia 1905 por L. Siret, de una espada de frontón hallada en la necrópolis de Villaricos (Almería)
III Filo paralelo Espada de frontón de tipo III, procedente de Almedinilla (Córdoba). De hoja más larga y estilizada que en los tipos anteriores, es quizá el tipo más extendido, con ejemplares tanto en Andalucía como en la Meseta. Espada de frontón de tipo III, procedente de Almedinilla (Córdoba)
  Empuñadura de una espada de frontón de este tipo procedente de la necrópolis de Alpanseque (Soria). Se aprecia la lengüeta plana que sirve de base a la empuñadura y el ‘frontón’ que da nombre al tipo, una pieza semicircular normalmente en bronce que se es independiente y se sujeta a la empuñadura de hueso mediante remaches. Por eso en muchas espadas de este tipo el frontón propiamente dicho se ha perdido empuñadura de una espada de frontón de este tipo procedente de la necrópolis de Alpanseque (Soria)

De antenas atrofiadas

I 'Arcachón'

Espada de tipo aquitano (Quesada I, ‘Arcachón’ de Cabré), de la que se conocen unos pocos ejemplares, probablemente del s. IV a.C. en la Meseta Oriental. Es un tipo norpirenaico que no llega a la zona ibérica y que tampoco fue muy popular en Celtiberia. Su rasgo más característico es la empuñadura en forma de triple lengüeta plana de tendencia losángica rematada en dos antenas no atrofiadas, lo que es indicio de relativa antigüedad. 

Espada de tipo aquitano (Quesada I, ‘Arcachón’ de Cabré), de la que se conocen unos pocos ejemplares, probablemente del s. IV a.C. en la Meseta Oriental
II 'Echauri' Espada de tipo Quesada II (‘Echauri’ según la terminología de E., Cabré, que sin duda es más fácil de asimilar, pero que tiene el peligro de asociar instintivamente un arma a un yacimiento epónimo, cuando puede ocurrir que ese hallazgo no sea significativo, o que incluso sea engañoso sobre el núcleo de concentración o lugar de aparición del tipo de arma). Espada de tipo Quesada II
  Es un arma de antenas atrofiadas, caracterizada sobre todo por su hoja recta y aguda, sus antenas en forma de ‘seta’, guarda curva y sobre todo su vaina hecha enteramente en lámina de hierro con extremo romo. Es característica de la Meseta Norte y Navarra, pero no aparece en la Submeseta Sur ni en todo el territorio ibérico. Arma de antenas atrofiadas
III 'Aguilar de Anguita'/'Illora'

Espada de antenas atrofiadas de tipo III de Quesada (que engloba los tipos ‘Illora’ y ‘Aguilar de Anguita’ de Encarnación Cabré). Dibujo tomado de uno de los ejemplares hallados a principios del s. XX por el Marqués de Cerralbo en la necrópolis celtibérica de Aguilar de Anguita (Guadalajara). Es uno de los primeros tipos indiscutiblemente hispanos de espada de antenas atrofiadas, que parte de modelos norpirenaicos pero de tamaño muy reducido y con peculiaridades notables en la vaina y en la decoración mediante hilos embutidos de cobre y plata.  Típica de avanzado el s. V y primeras décadas del IV a.C. Hay producciones de este tipo tanto en la Meseta Oriental como en Andalucía. Es discutible si las segundas son objetos de comercio, resultado de la llegada de gentes septentrionales a las zonas mineras de la Alta Andalucía, o simplemente modelos acogidos y producidos localmente -sin demasiado éxito- por artesanos ibéricos andaluces.

Espada de antenas atrofiadas de tipo III de Quesada
IV Alcacer

Espada de antenas atrofiadas de tipo IV (o ‘Alcacer do Sal’). Ejemplar reconstruido por E. Cabré, procedente de La Osera (Avila).  Pese a que el nombre sugiere un origen en la zona portuguesa de la desembocadura del Tajo, los hallazgos apuntan más bien a que estas espadas -y los puñales de tipo similar- pudieron tener un importante centro de producción en Andalucía, aunque la mayor concentración se da un sólo yacimiento de Avila (La Osera). En todo caso, pues, es un tipo común al área ibérica andaluza y a la Meseta Occidental. Sus rasgos más característicos son la empuñadura facetada y pomo con antenas atrofiadas, así como su rica decoración damasquinada en plata. El tipo parece característico del s. IV a.C., llegando a la primera mitad del s. III a.C.

Espada de antenas atrofiadas de tipo IV de Quesada (o ‘Alcacer do Sal’). Ejemplar reconstruido por E. Cabré, procedente de La Osera (Avila)
V Atance

Espada de tipo V (‘Atance’ de Encarnación Cabré, ‘Atienza’ de J. Cabré). Se trata de una versión simplificada de la tradicional espada de antenas atrofiadas, con una empuñadura sencilla formada por una sola chapa doblada en sección aplanada. El ejemplar ilustrado, procedente de la necrópolis de Atienza, excavada por Juan Cabré Aguiló, muestra como otros elementos del ajuar, como puntas de lanza, se introdujeron en los pasadores de la vaina, formando un paquete de armas, antes de depositar el conjunto en la tumba. Esto indica probablemente que las armas se quemaron en la pira junto con el cadáver. Este tipo es propio  de los siglos IV y III a.C. Tipo celtibérico que no aparece en el área ibérica.

Espada de tipo V
VI Arcóbriga

Espada de tipo Quesada VI (‘Arcóbriga’ de Cabré). Tipo característico mucho más de la Meseta Occidental que de la zona de Arcóbriga (Zaragoza), esta espada es uno de los últimos desarrollos de la metalurgia de la II Edad del Hierro en la zona de Avila sobre todo, de donde procede la inmensa mayoría de los ejemplares, incluyendo el ilustrado, procedente de la Sep. 200 de La Osera (Avila). Los rasgos más característicos son la hoja pistiliforme, más larga de lo habitual en otros tipos de antenas,  y la rica decoración. Es un tipo avanzado, de entre los ss. IV-II a.C., que apenas se documenta en territorio ibérico.

Espada de tipo Quesada VI

De tipo La Tène

VIIA 'Originales'

Las espadas galas de los tipos de La Tène (con vaina metálica y suspensión mediante cinturón) son muy escasas en la Península Ibérica, y su aparición se limita casi exclusivamente al área catalana. Los ejemplares de la foto forman parte de un conjunto muy grande de espadas tardías de La Tène (siglo II - I a. C.) Halladas en Ampurias (Gerona). En Cataluña se encuentran espadas de tipo galo desde el siglo IV a. C.

Las espadas galas de los tipos de La Tène (con vaina metálica y suspensión mediante cinturón) son muy escasas en la Península Ibérica, y su aparición se limita casi exclusivamente al área catalana
VIIB 'Modificada'

Espada de La Téne I (siglo IV a. C.) Procedente de Gormaz (Soria). Se trata de una pieza importada del mundo galo (con decoración incisa de dragones en la vaina metálica), pero modificada en territorio celtibérico sustituyendo el sistema de suspensión galo (un pequeño ‘puente’ para suspensión desde un cinturón) por el sistema mediterráneo de grandes anillas (para un tahalí o correa cruzada sobre el pecho y suspendida del hombro). Estas modificaciones también se dan ocasionalmente en el ámbito ibérico, como en El Cigarralejo.

Espada de La Téne I (siglo IV a. C.)
VIIC 'Producción local'

Espada procedente de la necrópolis celtibérica de El Atance. Se trata de una versión local de las espadas de tipo de La Tène, en la que la vaina metálica ha desaparecido, sustituida por otra de material orgánico con o sin armazón metálico. Estas versiones locales de las espadas de La Tène son bastante frecuentes en la Meseta desde el siglo III a. C., pero muy raras en el ámbito ibérico, salvo Cataluña.

Espada procedete de la necrópolis celtibérica de El Atance
VIID 'Imitaciones'

Espada celtibérica inspirada en los tipos de hoja recta de La Tène. Procede de la necrópolis de El Atance. El gusto celtibérico por las modificaciones e hibridaciones produjo espadas como esta, con hoja recta llena de acanaladuras (impropias de una espada de La Tène) y peculiar empuñadura.

Espada celtibérica inspirada en los tipos de hoja recta de La Tène

Miraveche

Pocos ejemplares

Espada del tipo llamado ‘Miraveche’. Este tipo de espada muy poco frecuente es característico de la franja más septentrional, en los cursos altos del Ebro y del Pisuerga, aunque  algún ejemplar aparezca en la cuenca media del Duero. Su peculiar tipología (hoja larga, estrecha y apuntada; recazos marcados, lengüeta escalonada en el puño) que tiene paralelos  en el Bronce Final y I Edad del Hierro, hacen pensar que pudiera tratarse de un arma antigua, incluso del siglo VI a. C., pero trabajos recientes en Padilla de Duero indican que algún ejemplar puede ser muy posterior.

Espada del tipo llamado ‘Miraveche’. Este tipo de espada muy poco frecuente es característico de la franja más septentrional, en los cursos altos del Ebro y del Pisuerga, aunque  algún ejemplar aparezca en la cuenca media del Duero

PUÑALES

   
I. 'Frontón'

Puñal ibérico de frontón (tipo Quesada IB) procedente de Andalucía y actualmente en Oxford. Se trata de una pieza caracterizada por su lengüeta plana bifurcada en la zona del pomo, donde se remacharía la característica pieza semicircular en forma de frontón que da su nombre al tipo. Existen diversas variantes de este tipo de puñal; la mayoría de ellas proceden de contextos antiguos de Andalucía, fechables en su mayoría en el siglo V a. C. O muy a principios del IV. En cambio, estos puñales son muy raros en la Meseta.

Puñal ibérico de frontón (tipo Quesada IB) procedente de Andalucía y actualmente en Oxford
II. 'Antenas atrofiadas'

Puñal ibérico de ‘antenas atrofiadas’ (tipo Quesada IIA1). Caracterizado por una hoja triangular muy ancha casi inservible para el combate, este tipo de puñales a menudo ricamente decorados, es más un objeto de prestigio que un arma. Algunos ejemplares de este tipo tienen empuñadura facetada (el mal llamado tipo ‘Alcácer’). Estos puñales son muy raros en la Meseta y son posiblemente una producción ibérica típica del siglo IV a. C.

Puñal ibérico de ‘antenas atrofiadas’ (tipo Quesada IIA1)
III. 'Miraveche'

Puñal del tipo genéricamente llamado ‘Miraveche’. Bien estudiado en fechas recientes por Carlos Sanz Mínguez y Beatriz de Griñó, es un arma característica de la II Edad del Hierro en la cuenca del Duero y en el Alto Ebro. Es raro en la Meseta oriental y no aparece nunca en territorio ibérico. Muy ricamente decorado, con empuñaduras y vainas muy poco prácticas, este puñal parece tener un carácter más ornamental y simbólico que verdaderamente militar, aunque es un objeto funcional.

 

Puñal del tipo genéricamente llamado ‘Miraveche’
IV 'Hibrido frontón/dobleglobular'

Puñal híbrido entre el de frontón y el dobleglobular (Quesada tipo IV). Dentro de la tradición peninsular, caracterizada por el empleo de armas muy cortas y por el gusto por la hibridación, este tipo presenta un pomo en forma de frontón pero el ensanchamiento central de la empuñadura, en lugar de una arista es discoidal, prefigurando el tipo dobleglobular ibérico tardío. Es un modelo característicamente meseteño tanto en la zona occidental como en la oriental, fechándose entre finales del siglo IV y mediados del II a. C.

Puñal híbrido entre el de frontón y el dobleglobular (Quesada tipo IV)
V 'Hibrido antenas  frontón/dobleglobular'

Puñal híbrido entre el de antenas y dobleglobular. Este modelo es extremadamente raro, con menos de una decena de ejemplares conocidos. Su sistema de empuñadura y ensanchamiento central discoidal son similares a los de los tipos de frontón e híbrido frontón dobleglobular, pero el pomo es clásico de antenas atrofiadas. El tipo parece tardío, a partir de principios del siglo III a. C., y sólo aparece en la Meseta norte y Alto Ebro.

Puñal híbrido entre el de antenas y dobleglobular
VI 'Dobleglobular'

Puñales dobleglobulares procedentes de la necrópolis de Carratiermes (Soria). Con su característica empuñadura, es el puñal por excelencia de los yacimientos celtibéricos a partir del siglo III a. C. y hasta el final de la conquista romana, por ejemplo en Numancia. Recientemente se han dado a conocer algunos ejemplares aislados en territorio ibérico, concretamente en el interior de la provincia de Valencia, en una zona que podría considerarse fronteriza. Del mismo modo, en Cataluña han aparecido unos ejemplares  perforados con un clavo, como si hubieran estado expuestos como ofrenda o trofeo en algún santuario o edificio público.

Puñales dobleglobulares procedentes de la necrópolis de Carratiermes (Soria)
VII 'Osera'

Ejemplar único de puñal hallado en la sepultura 418 de la Osera (Ávila), cuya reconstrucción, que mezcla grandes antenas de aspecto arcaico con una hoja muy tardía, resulta dudosa.

Ejemplar único de puñal hallado en la sepultura 418 de la Osera (Ávila)
 VIII 'Cabezo Lucero'

Puñal único en el mundo ibérico hallado en la sepultura 63 de Cabezo Lucero (Alicante), datada en torno a la primera mitad del siglo IV a. C. Hoja de hierro similar a la de algunos puñales de frontón, con una empuñadura de bronce muy peculiar con gavilanes desarrollados hacia abajo rematados con cabezas de ofidio o felino. En la tumba donde fue hallada se asocia a puñales de frontón y a cerámica de barniz negro de principios del siglo IV a. C. Parece como si a una hoja de frontón se le hubiera añadido una empuñadura de ‘fantasía’, con rasgos arcaicos.

Puñal único en el mundo ibérico hallado en la sepultura 63 de Cabezo Lucero (Alicante)

DE ASTIL

   
ASTIL METÁLICO    
Soliferreum    
Muchas variantes

Soliferreum procedente de la zona de Tózar - Moclín (Granada). El soliferreum es un arma arrojadiza pesada, diseñada para ser arrojada a corta distancia (hasta 30 metros). Suele medir unos dos metros de largo, y está forjado en una sola pieza de hierro. La junta es pequeña, perforante. La parte central suele estar engrosada para facilitar el agarre. El soliferreum parece terne su origen en la zona inmediatamente al norte de los Pirineos hacia finales de l a I Edad del Hierro, pero en el siglo V a. C. su empleo se había difundido ya tanto en la Meseta como en todo el mundo ibérico. Funcionalmente es similar al pilum.

Soliferreum procedente de la zona de Tózar - Moclín (Granada)
ASTIL MIXTO METAL/MADERA    
Pilum/falarica    
Tres variantes Pilum o falarica. El segundo es probablemente el término más correcto para un arma similar en aspecto al pilum ligero romano. Similar al soliferreum en su función, en lugar de tener todo el astil férreo, la punta se prolonga en un vástago metálico sólo entre treinta y noventa centímetros, completándose el arma con un astil de madera corto. Aparece en yacimientos ibéricos y celtibéricos desde el siglo VI al I a. C. Durante asedios, se podía sujetar a la punta una estopa ardiendo, para provocar así efectos incendiarios. Pilum o falarica. El segundo es probablemente el término más correcto para un arma similar en aspecto al pilum ligero romano.
ASTIL DE MADERA    
Moharra de lanza    
17 tipos

Moharra o punta de lanza. Son numerosísimos los tipos y variantes de lanza durante la II Edad del Hierro peninsular. La fotografía recoge algunos ejemplos de yacimientos andaluces.
Se conocen desde puntas muy largas y pesadas (de hasta 60 centímetros) hasta otras cortas  y anchas. La punta de hierro remata un astil de madera de entre dos y tres metros, y se compensaba en el otro extremo con un regatón metálico. Las puntas más largas y pesadas se empleaban sobre todo para el combate cuerpo a cuerpo, las medianas y pequeñas eran de uso mixto, como armas empuñadas o arrojadizas. Las lanzas eran sin duda las armas más importantes desde el punto de vista táctico en la Edad del Hierro, mucho más que las espadas (a las que se recurría cuando se partía o perdía la lanza) y desde luego mucho más que los puñales.

Moharra o punta de lanza. Son numerosísimos los tipos y variantes de lanza durante la II Edad del Hierro peninsular. La fotografía recoge algunos ejemplos de yacimientos andaluces.
Jabalina    
Varios Tipos

Puntas de jabalina procedentes de Priego (Córdoba), de Baja época ibérica (siglos II - I a. C.). Las jabalinas, al contrario que la lanza, están diseñadas específicamente como armas arrojadizas, a distancias superiores a los 20 - 25 metros. No requieren regatón. Son menos frecuentes que las lanzas, tanto en el ámbito ibérico que en el celtibérico.

Puntas de jabalina procedentes de Priego (Córdoba), de Baja época ibérica (siglos II - I a. C.)
Regatón    
2 Tipos

Regatones procedentes del poblado ibérico de La Bastida de Mogente (Valencia). El regatón es una pieza cónica de hierro hueca que protege el extremo inferior del astil de madera de las lanzas. Su función es múltiple: impedir que la madera se astille, hacer de punta de circunstancias si la moharra se parte, rematar enemigos caídos... Los tipos derivan directamente de los precedentes de la Edad del Bronce, aunque fabricados en hierro y con manufactura en general poco cuidada. Abundantísimos en toda la Península y durante todo el periodo.

Regatones procedentes del poblado ibérico de La Bastida de Mogente (Valencia)
     

PROPULSADAS

   

PUNTA DE FLECHA

   
Pedúnculo    
4 tipos (A-D)

Puntas de flecha en bronce con hoja ancha y pedúnculo. Frecuentes muy a finales de la Edad del Bronce y en la I Edad del Hierro sólo en el nordeste, las puntas de flecha casi desaparecen del registro arqueológico a partir de fines del siglo VI a. C. tanto en la Meseta Oriental como en el ámbito ibérico. En particular, las flechas desaparecen de los ajuares funerarios y en la iconografía, posiblemente por un desprecio aristocrático del arco como arma traidora y cobarde.

Puntas de flecha en bronce con hoja ancha y pedúnculo
De cubo en bronce    
13 Tipos

Puntas de flecha en bronce con enmangue mediante cubo y, a menudo, con apéndice o arponcillo lateral. Originarias de las estepas escitas, aparecen ya en el siglo VII a. C. en los yacimientos fenicios de la península ibérica. Durante el periodo Orientalizante son abundantísimas en contextos indígenas fuertemente semitizados de la Andalucía occidental y son en cambio mucho más raras en el Sureste salvo, en puntos concretos como la Peña Negra de Crevillente (Alicante). Estas puntas tienden a desaparecer en Iberia a partir de finales del siglo V a. C., salvo en hallazgos excepcionales posteriores donde incluso pudieron tener el carácter de amuletos. Los ejércitos cartagineses siguieron empleando tipos evolucionados hasta el siglo III a. C.

Puntas de flecha en bronce con enmangue mediante cubo y, a menudo, con apéndice o arponcillo lateral
De cubo en hierro    
Varios Tipos

Punta de flecha de hierro con cubo de enmangue. Aunque las puntas de flecha son rarísimas entre el siglo V y el I a. C., reaparecen en asociación con la conquista romana.

Punta de flecha de hierro con cubo de enmangue
GLANDE DE HONDA    
Plomo    
Muchas variantes

Glande o proyectil de honda de forma bicónica de época romana republicana. Como ocurre con las puntas de flecha los glandes de honda no aparecen en contextos indígenas hasta la Segunda Guerra Púnica. Aunque es probable que la honda se utilizara desde siempre en contextos de caza, empleando cantos rodados o bolas de arcilla, desde luego no fue nunca un arma prestigiosa. Los glandes de plomo aparecieron en Grecia a lo largo del siglo V a. C., y en seguida comenzaron a llevar inscripciones (insultos al enemigo, propaganda...). Los glandes ibéricos no suelen llevar inscripción y aparecen en lotes en los poblados.

Glande o proyectil de honda de forma bicónica de época romana republicana
Piedra/Barro    
Muchas variantes

Aunque no existe plena seguridad, pequeños cantos rodados y bolas de arcilla pueden haber sido empleadas como proyectiles de honda en toda la Península Ibérica.

Aunque no existe plena seguridad, pequeños cantos rodados y bolas de arcilla pueden haber sido empleadas como proyectiles de honda en toda la Península Ibérica

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