Resumen
Para poder interpretar nuestro entorno, el cerebro debe distinguir entre objetos definidos por su estructura espacial y temporal. En sentidos como el tacto o el oído, la información sensorial aparece en forma de secuencias de estímulos concatenados en el tiempo: por ejemplo, reconocer un mensaje hablado o una melodía implica determinar y recordar el orden en que se recibieron los sonidos; reconocer una textura barrida con el dedo implica distinguir los instantes en los cuales el dedo se topó con según qué bordes o vibraciones. La capacidad de representar cada uno de estos elementos con fidelidad y precisión, y de establecer su orden, es por lo tanto esencial para nuestra percepción del entorno. Nuestro grupo estudia los principios de la codificación sensorial que subyacen a esta capacidad. Para ello utilizamos el sistema táctil de las vibrisas de los roedores como modelo. Hemos investigado las propiedades de los estímulos táctiles que determinan las respuestas neuronales en este sistema y cómo diferentes neuronas actúan como filtros para distintas propiedades del estímulo. Hemos determinado también cómo neuronas con diversas propiedades funcionales se distribuyen en la corteza cerebral y cómo generan colectivamente una representación de las texturas exploradas por un animal en una tarea de discriminación sensorial. Por último, hemos explorado las capacidades de ratones y humanos para reconocer una determinada secuencia de estimulación, y en la actualidad estamos explorando la dinámica de las señales neuronales que subyacen a dicha capacidad en los ratones. En este seminario resumiré estos estudios.
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