Los estudios de lengua española en la mayor parte de las universidades de la República Popular China se centran en el aprendizaje de la lengua siguiendo una serie de manuales con el título Español Moderno, editados por los hispanistas Dong Yansheng y Liu Jian. La versión de 1990 consta de seis manuales; la moderna, que se ha comenzado a publicar en 2014, todavía no se ha terminado de completar. Estos manuales buscan que el estudiante progrese en su conocimiento del español de un nivel A1 —principiante— a un nivel C1 —experto— y se centran en la gramática del español y en la traducción. Son los manuales que se utilizan en la asignatura de Lectura Intensiva, que ocupa la mayor parte del horario lectivo de un estudiante chino de español —los dos primeros cursos de 8 a 10 horas semanales, el tercer curso de 6 a 8 horas—. A ello se ha de añadir que las preguntas de los dos exámenes nacionales del español de China —el EEE-4 y el EEE-8— se basan esencialmente en estos manuales. En definitiva, el estudio universitario del español se ocupa de un tipo de enseñanza de la lengua que en España correspondería aproximadamente a la impartida en la Escuela Oficial de Idiomas, es decir, una enseñanza enfocada al aprendizaje y dominio del español, no a la investigación sobre la lengua.
Ahora bien, esta formación es insuficiente en el desarrollo profesional de quienes desean dedicarse a la docencia universitaria. En los últimos años las exigencias para la promoción en las universidades chinas han aumentado y, como sucede en Occidente, se requiere a los docentes que, además de enseñar la lengua, publiquen investigaciones en revistas indexadas. Este profesorado de español se encuentra, pues, con el problema de que, si bien puede dominar la lengua, carece de la formación básica de lingüística hispánica que se precisa para desarrollar una labor investigadora. Adviértase que conceptos que un alumno occidental ha estudiado desde la enseñanza primaria son extraños al aprendizaje de la lengua en China, pongamos por caso, la diferencia entre nombres comunes y nombres propios o entre objeto directo y complemento circunstancial. Este se debe a varios factores, entre ellos, a la propia naturaleza del sistema gramatical de la lengua china y a la tradición lingüística de este país. A este atraso en su formación básica se une la ausencia de unos conocimientos en lingüística general y lingüística hispánica como los que ha recibido cualquier estudiante universitario hispanohablante de un grado de las ramas de Artes y Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas.
Esta carencia de una formación general trae consigo que, incluso centrándose en quienes elaboran su tesis doctoral, sus conocimientos de lingüística sean inseguros y parciales. En este caso, por lo general, se limitan al dominio exclusivo de las teorías lingüísticas que precisan para el avance de su tesis y, eso, después de un gran esfuerzo suyo y del director de la tesis.
Así las cosas, el título de experto en lingüística hispánica que se presenta aspira a ayudar a nivelar los saberes de lingüística de los estudiantes que se han formado en la República Popular China con los de los estudiantes españoles que se han formado en una universidad como la UAM, de modo que el esfuerzo personal que, sin duda, deberán acometer los primeros para enriquecer sus conocimientos se encuentre bien orientado a los asuntos fundamentales y a las teorías con más predicamento de la lingüística hispánica contemporánea. Con este fin, se ha articulado en un único curso y teniendo en cuenta su formación previa una serie de materias fundamentales que debe dominar cualquier investigador extranjero de lengua española y que se detallan más adelante.