El conocimiento de la patología por virus emergentes y de alto riesgo es cada vez más importante en la formación médica ya que la globalización, el incremento de los viajes y la inmigración han dado lugar a que tanto profesionales en contacto directo con pacientes como investigadores se tengan que enfrentar a diario con enfermos y enfermedades propias de zonas templadas y tropicales a las que no estamos habituados a manejar.
La formación específica en este campo se hace indispensable en todos aquellos profesionales que trabajen o estén interesados en la patología tropical. El manejo en los últimos años de enfermedades como el virus Ébola o el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en nuestro país ha puesto de manifiesto la necesidad de estar plenamente formados en estas enfermedades de manejo complicado.
La aparición de los primeros casos de fiebre hemorrágica por Crimea-Congo autóctona hace más patente esta necesidad, que no se centra en aspectos meramente científicos y de investigación, sino también en las medidas de protección individuales y colectivas para evitar la diseminación de estas enfermedades de alta letalidad.