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Los científicos Eugenio Coronado y Pedro Miguel Echenique, investidos doctores ‘honoris causa’ por la UAM
La rectora Amaya Mendikoetxea ha presidido la solemne ceremonia en la que los dos profesores se han incorporado al Colegio de Doctores y Doctoras de la Universidad Autónoma de Madrid. Al acto, "una gran fiesta de la Ciencia", en palabras de la rectora, ha asistido una amplia representación de la comunidad universitaria.
Pedro Miguel Echenique, la rectora Amaya Mendikoetxea y Eugenio Coronado, tras la investidura de ambos como doctorores 'honoris causa' por la UAM. / UAM
Los profesores Eugenio Coronado y Pedro Miguel Echenique han sido investidos doctores honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en un solemne acto celebrado esta mañana en el Edificio Plaza Mayor del Campus de Cantoblanco.
La ceremonia, “una gran fiesta de la Ciencia”, en palabras de la rectora Amaya Mendikoetxea, quien ha presidido el acto, ha contado con la presencia de una amplia representación de la comunidad universitaria.
El acto ha comenzado con la llegada a la Sala Polivalente de la comitiva académica, dirigida por el maestro de ceremonias y acompañada por el Coro y Orquesta de la UAM, que ha interpretado el himno Veni Creator Spiritus.
La secretaria general Alma Rodríguez ha dado lectura al acuerdo del Consejo de Gobierno por el que se concede el grado de doctor honoris causa a los profesores Coronado y Echenique y ha procedido a la lectura del acta.
Posteriormente, la rectora ha hecho entrega, consecutivamente -primero al profesor Coronado y más tarde al profesor Echenique- del título de doctor, y les ha impuesto los símbolos que lo acompañan (el birrete laureado, el anillo de la universidad, los guantes blancos y el Libro de la Ciencia). También les ha impuesto la medalla, momento en el que han pasado a formar parte del Colegio de Doctores y Doctoras de la Universidad Autónoma de Madrid.
“Turista científico”
Por orden de intervención, el catedrático emérito del Departamento de Química Orgánica de la UAM, Tomás Torres, padrino de Eugenio Coronado, ha pronunciado su laudatio, en la que ha detallado su brillante currículum y sus aportaciones de referencia en Europa en el campo de Magnetismo Molecular, la Espintrónica Molecular y la Computación Cuántica, así como también iniciativas pioneras como la organización de las Escuelas Nacionales de Materiales Moleculares en 1992.
Tras la glosa del profesor Torres, Eugenio Coronado ha pronunciado su discurso de investidura. “Una de las razones por las que he elegido ser científico es porque la Ciencia no tiene fronteras y no depende de nacionalidades, nacionalismos o lenguajes. De hecho, la Ciencia es la única actividad humana verdaderamente global”, ha comenzado diciendo. “Como investigador, gran parte del tiempo lo he dedicado a hacer turismo científico”, ha explicado. Un término acuñado por el investigador británico Peter Day que, según el profesor Coronado, “nos hace recordar cada día que la Ciencia no son solo experimentos, modelos y teorías, sino que vive a través de las personas, los lugares, los paisajes y la época en la que se desarrolla”.
Durante su intervención, Coronado ha analizado también el papel que la financiación (europea principalmente) y la política tienen en la investigación científica y en la evolución de la Ciencia. “Es importante entender que la Ciencia cambia el mundo, la economía permite desarrollar y rentabilizar los resultados, y la política organiza y trata de controlar (muchas veces sin éxito) la evolución de la Ciencia”, ha dicho.
“Las dos áreas científicas donde se integra mi investigación —Ciencia de Materiales y Química— proporcionan ejemplos paradigmáticos de estos retos”, ha asegurado. Casi al término de su discurso ha destacado una de sus “obsesiones vitales”, la creación de comunidades científicas multidisciplinares y centros de investigación en los años 90. Y también ha querido subrayar la creación del Programa Estratégico de Materiales Avanzados para redimensionar los esfuerzos de los investigadores españoles en esta área, aumentando las interacciones entre la Academia y la Industria, según ha explicado.
“Equipos del Renacimiento”
Fernando Flores, profesor emérito del Departamento de Física Teórica de la Materia Condensada, ha pronunciado la laudatio del doctor honoris causa Pedro Miguel Echenique. En ella, ha hecho un completo recorrido por la carrera investigadora de Echenique, a quien define como “uno de los científicos españoles más relevantes de los últimos 30 años”. Asimismo, ha destacado su “capacidad” para crear un grupo de investigación de excelencia avalado por un trabajo científico de prestigio internacional y el impulso a la creación del Centro Mixto Universidad del País Vasco-CSIC, el primer centro de nanotecnología del País Vasco, CIC Nanogune, y el Donostia International Physics Center (DIPC).
Las primeras palabras de gratitud del doctor Pedro Miguel Echenique han sido para su padrino, Fernando Flores, y seguidamente ha brindado “un agradecimiento especial” al catedrático de la UAM en la misma área, Francisco José García Vidal, así como ha querido reconocer la relevancia de la UAM y la UPV en su trayectoria académica.
“La ciencia es una obra colectiva”, ha asegurado. “Somos parte de una comunidad que trasciende nacionalidad, credos, edad, y origen social. Una cultura cuyos criterios compartidos de rigor, integridad y belleza nos ayudan a seguir el buen camino”, ha señalado. “Hoy el desarrollo exponencial de la investigación científica hace prácticamente imposible el hombre del renacimiento, debemos aspirar y construir equipos del renacimiento”.
En su intervención, ha ido desgranado la línea del tiempo de su actividad investigadora. “Si bien al inicio de la carrera lo esencial es aportar algo nuevo, con los años uno aprende a valorar, entender y apreciar el trabajo de otros. Qué bonita frase la de Jordan a Wigner sobre la ecuación de Dirac: Es una pena que no descubriésemos nosotros esa ecuación, pero es maravilloso que alguien lo hiciera”, ha recordado. En esta línea, el profesor Echenique ha enumerado lo que considera claves para “lograr grupos e instituciones excelentes”. “Seleccionar personas excepcionales, darles libertad intelectual, libertad de fracasar, demostrar un interés genuino por cada uno de ellos, dar el crédito a quien se lo merece, desde los inicios de la carrera universitaria, proporcionarles los medios adecuados con los aparatos más avanzados, fomentar la confianza y la cooperación mutua, facilitar el intercambio de ideas, tanto en el café como en los seminarios, son buenas recetas”. “La UAM en general, y muy específicamente en Física, es una de esas instituciones necesarias para sembrar, cuidar, atraer y retener el talento, que actúan de catalizador e impulso de todo el sistema. Que hoy me otorgue su máxima distinción me llena de orgullo”, ha asegurado.
Necesidad de entender
La rectora Amaya Mendikoetxea, quien clausuró el acto, expresó el honor que supone incorporar al claustro de doctores de la UAM a estos dos nuevos miembros, merecedores de esta distinción “por sus logros científicos, su papel en la formación de centros y escuelas multidisciplinares y su implicación con la formación de los jóvenes y los reconocimientos que han acumulado a lo largo de su larga y exitosa carrera científica”.
Asimismo, quiso hacer una aproximación “desde las palabras” a lo dicho por los nuevos doctores. “Hay palabras que nos recuerdan la existente especialización del conocimiento científico, al que solo tienen acceso unos pocos. Pero la Ciencia ya no puede ser algo de unos pocos, indiscutible, lejana y segura. Más que nunca, es un asunto de todos, porque el conocimiento científico es de vital importancia para resolver los problemas que tiene la humanidad”. En este sentido, abogó por acabar con el efecto silo y reivindicó la necesidad de comprender de manera holística la compleja realidad.
Pero junto a esas palabras que ilustran “esa barrera que aún existe entre los laboratorios y el mundo”, también hay otras que nos recuerdan que “la Ciencia y el Arte tienen el mismo origen, la creatividad humana; se ven impulsadas por el mismo motor, la curiosidad, y con el mismo fin: la necesidad de entender”. “Que este acto que celebramos hoy sirva para renovar nuestro asombro, estimular nuestra curiosidad, nutrir nuestra creatividad y reforzar nuestra motivación para que la ciencia nos guíe hacia un futuro mejor”, concluyó la rectora.
El título de doctor honoris causa es la máxima distinción académica de la Universidad Autónoma de Madrid y se concede a personas de extraordinarios méritos de carácter académico, científico, cultural, técnico o humanístico, de reconocido prestigio nacional o internacional y que contribuyen notablemente al desarrollo y promoción de los valores de la UAM o mantienen una estrecha vinculación con esta institución.
Entre las personalidades asistentes a la ceremonia se encontraba la rectora de la Universidad del País Vasco (UPV), Eva Ferreira; el rector Rafael Garesse (UAM 2017-2021), el rector Iñaki Goirizelaia y la rectora Nekane Balluerka, el consejero de Educación del País Vasco, Jokin Bildarratz; el viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, Adolfo Morais; la alcaldesa y ediles de San Sebastián de los Reyes, y concejales de Tres Cantos. También asistieron vicerrectores, vicerrectoras de la UAM, la secretaria General, el presidente del Consejo Social, la presidenta de Fundación Princesa de Asturias y la presidenta de Fundación Cotec para la innovación, decanos, decanas y el director de la Escuela Politécnica Superior (EPS), padrinos, familiares y amigos de los profesores Coronado y Echenique.
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