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"Espacios Cruzados. II generación", jornadas de intervención artística en la UAM

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"Espacios Cruzados. II generación", jornadas de intervención artística en la UAM

Las jornadas se celebraron entre el 19 y el 29 de abril, y planteaban diferentes intervenciones artísticas diseminadas por todo el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid.

04/05/2022Fernando Escribano Martín
Cartel de las jornadas y entrada a los aseos del hall de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se encontraba la instalación curatorial descensurada.

Arriba, cartel de las jornadas y entrada a los aseos del hall de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se encontraba la "Instalación curatorial descensurada". Abajo, la obra "La mierda está fuera", de Art is Trash - Fco. de Pájaro / Fernando Escribano

Entre el 19 y el 29 de abril de 2022, se celebraron las Jornadas de Intervenciones Artísticas en la Universidad Autónoma de Madrid bajo el nombre de Espacios Cruzados. II generación, que planteaban distintas intervenciones, hasta trece, diseminadas por todo el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid. Como no se logró la financiación para la producción de diez acciones artísticas que pretendían mejorar el diálogo y la fluidez social en los espacios de la universidad, se optó por la producción de diez roll-up que intervienen el campus. Estas propuestas son proyectos ya desarrollados anteriormente, pero frustrados por no haber sido producidos o desarrollados por ninguna institución.

En la entrada principal de la Facultad de Filosofía y Letras se sitúan la “Instalación curatorial descensurada” a cargo de Manu Martín, Aroa Martínez y Mireya Tejerina; la “Olímpica Universitat”, de Pepa L. Poquet; la “Arquitectura para el caballo” y “Canicas”, de Fernando Sánchez Castillo; y “La mierda está fuera”, de Art is Tras-Fco. De Pájaro. Las dos primeras en los aseos del hall y las otras dos en el propio hall de la facultad.

La obra

El título Espacios Cruzados. II generación proviene y recuerda las jornadas de intervenciones artísticas organizadas por estudiantes de Historia del Arte con el mismo nombre, Espacios Cruzados, de 1999. Una de las obras seleccionadas, “Intersex Parafilia”, de Daniel Alba, fue censurada, lo que supuso la retirada del resto de las obras seleccionadas por parte de sus creadores, y una respuesta estudiantil en defensa del contenido y de la intervención.

Las jornadas pretenden recuperar la memoria universitaria a través de sus propios espacios y reactivar una universidad desactivada que no vive con plenitud estos espacios. Esta desactivación universitaria puede ser consecuencia de los espacios que fueron creados en una época singular, y las intervenciones planteadas, entonces y ahora, van en la dirección contraria, dotar de vida y actividad (también artística) mediante participación e interacción, a esos espacios donde se mueve y pasa mucho tiempo toda la comunidad universitaria. En parte lo que se reclama es eso, que no solo se pase el tiempo, que se participe, que se desgranen todas las posibilidades que la vida universitaria debiera ofrecer. Y si no se ofrecen, se crean.

Como se cuenta en el hilo de twitter, donde encontramos también la presentación del proyecto curatorial fracasado Espacios de Encuentro, del que forma parte la “Instalación curatorial descensurada” sita en los aseos del hall de la Facultad de Filosofía y Letras, esto va mucho más que de imágenes porno, que es lo que ha atraído a mucha gente. Están las imágenes, recuperadas o no, que relacionan aquella y esta intervención, están las notas para expresar o leer lo que otros expresan, está el cuarto oscuro que es eso, un cuarto oscuro, y están los comisarios que te explican el objeto de la intervención, y que es cierto que siempre te explican si tú quieres.

La cortina que en su momento se planteó como telón que diese paso a la intervención, y que ocultaba lo que pudiese escandalizar a ojos escandalizables, ahora es a la vez una pantalla donde se proyectan imágenes de violencia sexual que damos como artísticamente normalizados y que no sentimos como motivo de escándalo. El diálogo entre museos y páginas o sitios porno es una relación que unos querrán ver y otros no, pero para eso está también el arte, para llamar la atención, proponer, desafiar y plantear debates, lo cual debería ser una obviedad. Y luego ya que se escandalice quien quiera, pero la propuesta artística debe estar visible.

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Fernando Escribano Martín es doctor en Historia por las universidades Autónoma de Madrid y "La Sapienza" de Roma. Actualmente es profesor de Historia Antigua en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid, y cursa el Título de Experto en Comunicación Pública y Divulgación de la Ciencia de la UAM.

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