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Los universitarios muestran pensamiento crítico suficiente para usar la inteligencia artificial de forma responsable
Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) revela que los estudiantes al final de su carrera saben discernir cuándo la IA generativa les ayuda y cuándo no. Los resultados abren el debate sobre en qué momento del aprendizaje se adquiere ese pensamiento crítico y cómo debe abordarse en las políticas educativas.
Con la aparición de la Inteligencia Artificial Generativa en el mundo de la enseñanza, los docentes se encuentran con el dilema de determinar en qué punto del desarrollo del alumno es una herramienta adecuada como apoyo en el aprendizaje/ChatGPT
Cada vez que usamos una tecnología, pagamos el precio de dejar de hacer algo por nosotros mismos. Al utilizar una calculadora, por ejemplo, dejamos de realizar operaciones a mano (una pérdida insignificante para un adulto, pero no para un niño que aún está aprendiendo).
Con la llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa al aula, surge una pregunta similar: ¿en qué circunstancias su uso es aceptable y cuándo deberían los alumnos seguir elaborando el trabajo por su cuenta?
Este dilema, que ya existía con otros dispositivos como, por ejemplo, las calculadoras, se agrava con la IA generativa porque puede ofrecer respuestas subjetivas o incluso erróneas. En este contexto, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han evaluado el pensamiento crítico de estudiantes que finalizan sus estudios universitarios en áreas tan diversas como Química, Psicología, Derecho, Economía, Ingeniería o Turismo, entre otras.
El estudio, publicado en la revista Applied Sciences, concluye que los alumnos llegan al final de su formación con capacidad suficiente para distinguir cuándo la IA generativa resulta útil y cuándo no ofrece respuestas fiables, resultado que se reproduce sistemáticamente en todas las áreas incluidas en el estudio.
El pensamiento crítico, clave en la formación digital
“Con nuestro trabajo hemos demostrado que los alumnos adquieren, a lo largo de su trayectoria académica y junto con otras competencias incluidas en los programas docentes, la formación necesaria para hacer un uso responsable de la IA generativa, independientemente del tipo de estudios cursados”, explican los autores.
“La cuestión que debe abordarse a partir de ahora —añaden— es determinar en qué momento educativo los estudiantes alcanzan el nivel de pensamiento crítico suficiente para emplear estas herramientas con responsabilidad y qué políticas deben aplicarse para evitar un uso inadecuado antes de llegar a ese punto”.
El trabajo forma parte del proyecto TutorIA_Lab, financiado por la Comunidad de Madrid (CAM) y dirigido por la profesora María Elena Cuenca, que investiga el impacto educativo de la inteligencia artificial en los procesos de aprendizaje universitario.
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Referencia bibliográfica:
Cuenca, M. E., Subirats, L., Narbona-Reina, B., & Sacha, G.-M. (2025). Use of Generative Artificial Intelligence by Final Degree Project Students: Is It Useful in All Steps of Their Work? Applied Sciences, 15(20), 11004. https://doi.org/10.3390/app152011004
