Actividad académica
El Informe de Buenas Prácticas de la Fundación madri+d destaca el “sobresaliente esfuerzo” de la comunidad universitaria durante la pandemia
Un equipo de 16 personas liderado por Juan Antonio Huertas, ex vicerrector de Docencia, Innovación Educativa y Calidad de la UAM, ha desarrollado un detallado y práctico informe sobre la adaptación exprés que las universidades tuvieron que realizar para llevar a cabo una docencia ‘online’ de calidad durante la pandemia. El documento es un compendio de experiencias vividas y recomendaciones útiles para contribuir a la mejora de la educación universitaria y hacer frente a retos similares en el futuro.
El director general de Universidades y Enseñanzas Artísticas Superiores, Ricardo Díaz Martín, el coordinador del Informe, Juan Antonio Huertas, y el director de la Fundación para el Conocimiento madri+d, Federico Morán Abad, tras la presentación del informe. / Foto: Fundación madri+d
La Fundación para el Conocimiento madrimasd, responsable de velar por la calidad de la enseñanza en Educación Superior de Madrid, con la colaboración de la Consejería de Ciencia, Universidades, Innovación y Portavocía de la Comunidad, ha presentado esta mañana en la Residencia de Estudiantes de Madrid, el Informe de Buenas Prácticas Docentes en Periodo COVID-19.
El estudio, que destaca que las universidades madrileñas se adaptaron de manera ejemplar y en tiempo record a la COVID-19 y subraya el sobresaliente esfuerzo de la comunidad universitaria, ha sido realizado con un riguroso diseño metodológico. Combina la recogida de información para un análisis descriptivo sobre la base de una muestra de 229 títulos de 14 ámbitos de conocimiento e incorpora las entrevistas a responsables de titulaciones y a estudiantes que han permitido realizar este informe.
Al acto de presentación, celebrado de forma híbrida, acudieron el director general de Universidades y Enseñanzas Artísticas Superiores, Ricardo Díaz Martín; y el director de la Fundación para el Conocimiento madri+d, Federico Morán Abad; así como los autores del informe y representantes de todo el sistema universitario madrileño.
El ex vicerrector de Docencia, Innovación Educativa y Calidad de la UAM, Juan Antonio Huertas, coordinador de este proyecto desarrollado por 16 expertos, fue el encargado de desgranar los puntos más relevantes de este informe. Huertas destacó el “evidente sobreesfuerzo de todos los agentes de la comunidad universitaria” para adaptarse rápidamente a la nueva situación generada por el confinamiento domiciliario, reconoció el esfuerzo de formación de los docentes y calificó de “extraordinaria” “la disponibilidad y el entusiasmo por comunicar, compartir y reflexionar” de las personas entrevistadas para este análisis. “La pandemia nos ha enseñado el valor de la interacción entre docentes y estudiantes. Una de las recomendaciones ahora es que toca reflexionar para qué sirve la docencia presencial”, señaló en el sentido de utilizar lo aprendido y lo implementado a nivel tecnológico para innovar en docencia en este periodo de nueva normalidad.
Tras la presentación oficial, se desarrolló la mesa redonda Presente y futuro de las estrategias adoptadas por las universidades por la pandemia COVID-19 en la que intervino Lourdes Jiménez Rodríguez, directora de Organización Docente de la UAH; Mar Herrador Morales, miembro del grupo de trabajo del CEU; Charo González Martín, miembro del grupo de trabajo, UCM; Sara Gasco González, del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid; y Rodrigo Yagüe, estudiante de Fisioterapia de la UEM, moderado por Juan Antonio Huertas.
En detalle
El informe describe la adaptación de la impartición de los títulos universitarios a una situación absolutamente excepcional de forma urgente e inesperada provocada por el COVID-19. Cabe destacar que la pandemia afectó a más de 1.200 títulos universitarios, casi 300.000 estudiantes y 25.000 profesores en la Comunidad de Madrid.
Desde un enfoque positivo, este estudio da a conocer las acciones y esfuerzos adoptados por todas las universidades madrileñas y muestra las limitaciones a las que se ha enfrentado el sistema universitario, dando paso a las opciones de mejora que las solventen.
Según detallan desde la Fundación madri+d, el trabajo de campo comenzó en diciembre 2020 y la información recabada se ha estructurado en seis bloques temáticos: Actividades Formativas teóricas, Actividades Formativas prácticas, Prácticas externas, Sistemas de evaluación, Información y transparencia y Refuerzo de la enseñanza.
Principales conclusiones
El informe destaca que, en general, las universidades madrileñas han sido capaces de adaptarse en tiempo récord a los imprevistos provocados por la pandemia para mantener activo este servicio público. Pero este estudio ha querido mostrar que no solo se ha quedado en esto, que ha habido muchas actuaciones que han mejorado la calidad de la enseñanza.
En lo que concierne al desarrollo de la docencia, el informe pone de manifiesto el sobresaliente esfuerzo de las universidades y de los docentes para adaptarse a la nueva situación, destacando la formación intensiva en metodologías docentes y en herramientas y competencias digitales, y la reivindicación de la docencia presencial.
En cuanto a las practicas externas, el informe concluye que la presencialidad es en términos generales, insustituible, aunque, en función del ámbito, un formato mixto es una buena experiencia. La flexibilidad en los tiempos, calendarios y procedimientos administrativos se considera una de las mejoras a mantener en el tiempo.
Sobre la evaluación, cuya mayor parte ha podido ser presencial con aplicación de protocolos COVID, destaca la ampliación del uso de la evaluación continua. La evaluación online se ha realizado con una variedad importante de herramientas de plataformas tecnológicas disponibles en las diferentes universidades, que ha requerido de la rápida formación del profesorado.
Por su parte, el 89% de los estudiantes entrevistados se han mostrado satisfechos o muy satisfechos respecto a los recursos puestos a su disposición durante la pandemia.
Este estudio permite a la comunidad académica y cualquier persona interesada disponer de una base de datos única y de singular riqueza para abordar futuras investigaciones.