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El proyecto Algarikon convierte en sustratos de vida las algas que ahogan al Mar Menor

Actualidad

El proyecto Algarikon convierte en sustratos de vida las algas que ahogan al Mar Menor

Cristina Soler Rivas, bióloga y profesora titular de la Universidad Autónoma de Madrid, nos habla en este artículo del proyecto Algarikon, financiado con aproximadamente 500.000 euros del Ministerio de Ciencia e Innovación y en el que participan una veintena de investigadores de Madrid, Murcia y La Rioja. Su objetivo: valorizar las algas a través de un método secuencial de procesos que las transforme en compuestos útiles para su reutilización.

17/02/2023Cristina Soler Rivas
Imagen de una área del Mar Menor con grandes acumulaciones de algas.

Existen áreas del Mar Menor en las que se observan grandes acumulaciones de algas / Cristina Soler

El Mar Menor de Murcia está sufriendo un proceso de degradación y deterioro por culpa de la mala gestión de la actividad del ser humano en esa zona. El equilibrio biológico de la laguna se ha roto y están proliferando de forma descontrolada algas invasivas que desplazan a la flora autóctona del mar produciendo problemas como la denominada “sopa verde”. Estas algas, comúnmente llamadas “ova” y procedentes de las aguas dulces que se filtran desde los campos de Cartagena, colonizan la superficie de del Mar Menor e impiden que llegue la luz a las algas del fondo, produciendo una reducción de su población nativa.

     

Recogida de algas en Los Urrutias del Mar Menor.

Recogida de algas en Los Urrutias del Mar Menor / Cristina Soler

   

En los últimos años, debido en parte al crecimiento masivo de Caulerpa, ha aumentado el volumen de algas acumuladas en las orillas del Mar Menor. Esto ha provocado que la administración regional deba retirar y desechar hasta siete toneladas de estas algas cada día, lo que supone un importante desembolso económico.

Imagen de una placa petri en el transcurso del proyecto.

A finales del verano de 2021, Cristina Soler, profesora-investigadora de la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación de la UAM, tomó una muestra de algas degradadas y la inoculó en micelios de diferentes hongos comestibles. Los resultados indicaron que los hongos podían crecer sin problema y generar primordios (primera etapa antes de la producción de setas).

Junto a otras investigadoras e investigadores de la UAM como Sandra López del Dpto. de Química Agrícola y Bromatología y Carlos García del Dpto. de Geología y Geoquímica, Vanessa Grifoll del CTICH (Centro tecnológico y de investigación del champiñón) de La Rioja, Nely Carreras del CIEMAT (Centro de investigaciones energéticas, medioambientales y tecnológicas) y Francisco del Amor y María Carmen Piñero del equipo de horticultura del IMIDA (Instituto murciano de investigación y desarrollo agrario y medioambiental) de Murcia, diseñaron un proyecto de investigación para tratar de darle otra aplicación a estas algas recogidas diariamente por la administración murciana (la Dirección General del Mar Menor) y descartadas en vertederos autorizados.

    

Investigadoras haciendo un cribado de algas en uno de los laboratorios de la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación de la UAM.

Investigadoras haciendo un cribado de algas en uno de los laboratorios de la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación de la UAM / Cristina Soler

     

La idea propuesta fue desarrollar un método secuencial en el que el residuo generado por un paso de valorización se utiliza para el siguiente paso. La finalidad es obtener productos útiles hasta su completa utilización. El proyecto fue financiando por el programa TED (Proyectos de Transición Ecológica y Transición Digital) y recibió el nombre de Algarikon.

Este acrónimo es la mezcla de “alga” y “agarikon”. Esta última palabra proviene del griego, en concreto, de la tribu escita de los Agari, bien versada en el uso de plantas medicinales y que con frecuencia, incluía en sus remedios un hongo llamado ‘agaricum’, del que probablemente deriva el nombre científico del champiñón común (Agaricus bisporus). El prefijo “alga” hace referencia a las algas invasoras del Mar Menor, ya que el objetivo del proyecto es utilizar los hongos comestibles como 'remedio' para reducir el impacto negativo medioambiental que tienen las algas de esta zona al acumularse en su orilla como resultado de su eutrofización.

     

Esquema del proceso llevado a cabo durante el proyecto Algarikon, con un método secuencial cuya finalidad es obtener productos útiles hasta su completa utilización.

Esquema del proceso llevado a cabo durante el proyecto Algarikon, con un método secuencial cuya finalidad es obtener productos útiles hasta su completa utilización / Cristina Soler

    

En diciembre de 2022 se comenzó a recoger muestras de algas del Mar Menor que están siendo probadas como sustrato para cultivar setas comestibles. Los residuos de algas antes y después del crecimiento de los hongos se están sometiendo a extracciones para obtener compuestos con aplicaciones alimentarias (PUFAs, polisacáridos, enzimas y saborizantes) utilizando tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Además, se evaluarán sus propiedades biológicas.

Los extractos obtenidos de los residuos derivados de las algas se están probando como bioestimuladores y biofertilizantes de plantas y enmiendas orgánicas para suelos contaminados. También se está investigando el potencial del residuo como sustrato de plantas en invernaderos usando lechugas como modelo. Finalmente, se están realizando pruebas para conseguir su transformación en metano, mediante digestión anaeróbica, y calcular su eficiencia energética.

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Cristina Soler Rivas es licenciada en Ciencias Biológicas (Especialidad de Bioquímica) por la Universidad de Valencia y tiene el Diplôme de Docteur de Biochimie (Label "Doctorat Europeen") por la Universidad Claude Bernard – Lyon I (Francia). Trabajó casi una década en un centro de investigación agrotecnológica (ahora llamado Food and Biobased Research, FBR) en Wageningen (Países Bajos) realizando proyectos de investigación relacionados con alimentos. Su especialidad son los hongos comestibles (setas) ya que ha llevado a cabo varios proyectos de investigación para mejorar su calidad, para determinar sus propiedades beneficiosas para la salud humana y para usarlos como organismos secretores de enzimas capaces de por ejemplo revalorizar residuos contaminantes o de mejorar el rendimiento del ciclo de soporte vital de astronautas (misión a Marte). A día de hoy lleva unos 20 años trabajando en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) donde realiza actividades de investigación y docentes en grados y postgrados relacionados con alimentos y nutrición.

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Más información:

Conesa, C. M; Soler, A. 2023. Algas para potenciar el cultivo de hongos y setas. Plaza PúblicaOnda Regional (15/02/2023)

García Badía, J. J. 2023. El hallazgo de Cristina Soler, la bióloga capaz de convertir algas del Mar Menor en setas o energía. El Español (08/02/2023)

Más cultura científica en UAM Gazette.