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Autoediciones tras la dictadura: prensa amateur y contraculturas en la España de la transición

Actualidad

Autoediciones tras la dictadura: prensa amateur y contraculturas en la España de la transición

La investigadora Inés Molina desarrolla su tesis doctoral en el seno del Departamento de Historia y Teoría del Arte de la UAM y del proyecto I+D “Los públicos del arte y la cultura visual contemporáneas en España. Nuevas formas de experiencia artística colectiva desde los años sesenta”, coordinado por las directoras Patricia Mayayo y Noemí de Haro. En el siguiente artículo trata esta forma de expresión “propia” de manera pormenorizada.

31/03/2023Inés Molina
Portada de Bananas y de Quienes no han tenido jamás el derecho a la(s) palabra(s) la(s) toman ya

(1) Portada de Bananas nº2, julio de 1979, Valencia. Archivo Uberto Stabile – Universidad de Huelva / (2) Portada de Quienes no han tenido jamás el derecho a la(s) palabra(s) la(s) toman ya nº0, 1976, Barcelona. Archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo – CNT

     

Desde hace más de una década, son crecientes las investigaciones sobre la centralidad de la sociedad civil en la transición de la dictadura a la democracia en España: sus espacios, prácticas y discursos fueron laboratorios de la experiencia democrática y prefiguraron, en muchos casos, las nuevas instituciones políticas. (Radcliff, 2011; Wilhelmi, 2016; Labrador Méndez, 2017; Valencia-García, 2018). Sin embargo, las publicaciones producidas entonces “a pie de calle”, la prensa aficionada e informal realizada en aquellos años, apenas ha sido abordada por la investigación académica. Hasta ahora, ha sido referenciada únicamente como ilustración de procesos sociales y políticos más amplios, pero nunca como objeto histórico con plena entidad.

    

Collage de Enrikke Meinhoff (Laboratorios Colectivos Chueca)

(3) Enrikke Meinhoff (Laboratorios Colectivos Chueca), Collages, 1977, Madrid. Archivo personal de Alberto García-Alix

     

A finales de los 70, y tras la muerte del dictador, circulan en distintas ciudades multitud de publicaciones extrañas y novedosas. Su originalidad radica en que han sido elaboradas de manera amateur, y también se distribuyen informalmente: de mano en mano, por correo, en asociaciones, ateneos, mercadillos. Encontramos una revista hecha por un grupo de poetas de apenas 17 años (imagen 1); el boletín con el que los presos de la cárcel de Carabanchel exponen los abusos sufridos por parte de los funcionarios (imagen 2); un dibujante sin formación que ensaya sus primeros trazos a través de collages y cómic (imagen 3); el testimonio de una mujer acerca de su despertar al feminismo (imagen 4); o el boletín donde una asociación de vecinos denuncia la inminente destrucción de un edificio público (imagen 5).

     

“Mi proceso hacia el feminismo” en Dones de La Mar

(4) “Mi proceso hacia el feminismo” en Dones de La Mar nº1, 1977, Barcelona. Centro de Documentación Ca La Dona.

     

Para llevar a cabo esta investigación, hemos desarrollado un intenso trabajo de archivo en 33 centros de documentación de España, Francia, Holanda y Estados Unidos. Esto nos ha permitido elaborar una base de datos que actualmente recoge más de 250 títulos de prensa marginal, 30 de los cuales se analizan con detalle en la tesis, que verá la luz en 2024.

Este proceso de documentación está contribuyendo a poner en valor algunos de estos fondos, ya que hasta ahora dichas publicaciones no habían recibido suficiente atención. Hemos colaborado con el archivo del Pavelló de la República (Universidad de Barcelona), con Uberto Stabile, quien cedió a la Universidad de Huelva una importante colección de estos materiales, y con la Fundación Anselmo Lorenzo de Estudios Libertarios, que alberga el grueso de las cabeceras que conforman el corpus de esta investigación.

De qué hablamos cuando hablamos de “autoedición”

En primer lugar, cabe elaborar una definición de lo que entendemos por “autoedición”: son publicaciones “autoeditadas” aquellas que se producen y distribuyen de manera informal, prescindiendo de las estructuras industriales y comerciales habituales. En definitiva, se trata de publicaciones no profesionales, elaboradas y consumidas por sus propios públicos. Muchas veces carecen de depósito legal (imagen 6), aunque esto último no es siempre una característica: en ocasiones, los colectivos editores recurrían a imprentas amigas, que necesitaban certificar su producción con este número exigido por el Ministerio de Información.

    

“La destrucción del Cuartel del Conde-Duque” en Boletín del Ateneo Libertario Zona Centro y Contraportada de Uronia

(5) “La destrucción del Cuartel del Conde-Duque” en Boletín del Ateneo Libertario Zona Centro nº0, 1978, Madrid. Archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo – CNT / (6) Contraportada de Uronia nº4, mayo de 1976, Madrid. Archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo – CNT.

     

Como ha señalado Richard Dana, investigador del Center for the Book de la Universidad de Iowa, durante gran parte de la historia las imprentas han estado en manos de unos pocos (Dana, 2022). Imprimir requería, además de equipamiento, los suficientes conocimientos técnicos para poder realizarse. Sin embargo, la popularización de instrumentos como los mimeógrafos, en España llamados coloquialmente “vietnamitas”, democratiza la posibilidad de imprimir y publicar durante los años 50 y 60. Estas máquinas son baratas y no requieren gran destreza técnica, por lo que son utilizadas por partidos y sindicatos antifranquistas para realizar publicaciones clandestinas durante la dictadura.

Pero en los 70 nos encontramos con otro tipo de materiales. No están necesariamente vinculados a ninguna organización política, y revelan un deseo latente por expresar, compartir, encontrarse, decir cosas distintas. En definitiva, impulsar una “nueva” cultura que sepulte a la conocida en dictadura, de raíz autoritaria, represiva y conservadora. Podemos tomar como punto de partida aquellos primeros números del Ajoblanco (imagen 7), la publicación contracultural después masiva en esos años, que fueron confeccionados artesanalmente por un grupo de estudiantes en 1974, y que nos hablan de libertad, de un arte expandido en la vida, de la creación de un mundo nuevo sobre la ceniza franquista.

     

Portadas de Ajoblanco nº0 y nº1

(7) Portadas de Ajoblanco nº0 y nº1, 1974, Barcelona. Números digitalizados y disponibles en www.ajoblanco.org.

     

Al mismo tiempo, hablar de autoedición nos permite sortear el uso de otro tipo de palabras como son zine o fanzine, ligadas al mundo anglosajón, y que no hacen su llegada al contexto español hasta la década de los 80. Sin embargo, es innegable que estas ediciones comparten muchos rasgos con aquellos zines. Siguiendo a Stephen Duncombe, uno de los primeros estudiosos de este tipo de objetos, los fanzines serían publicaciones no comerciales, no profesionales y de circulación restringida, que sus creadores producen y distribuyen por sí mismos (Duncombe, 1997). Por su parte, la Barnard Library de la Universidad de Columbia, especializada en este tipo de materiales, se refiere a ellos como auto-publicaciones de la subcultura DIY (Do It Yourself, autogestionada), normalmente realizadas en papel y reproducidas con una fotocopiadora o impresora, que suelen estar motivadas por el deseo de compartir experiencias dentro de comunidades marginadas o subalternas (Barnard Zine Library, s. f.).

En estos zines o autoediciones de los 70, podemos localizar otras sensibilidades hacia aquellos años, formas de estar que pasarían por lo comunitario, la creación y la toma de la palabra. Esta prensa presenta una factura pobre, feísta y artesanal, que dista de la pulcritud de las publicaciones profesionales. Esto revela también otra forma de practicar la edición: no tanto como un proceso y producto especializados, modelado por la industria cultural, sino como un medio para la expresión popular, facilitador de encuentro e intercambio.  

El uso de ciertas estrategias visuales como el collage, la caligrafía o la intervención (détournement) de titulares de prensa comercial componen, al mismo tiempo, un lenguaje común que los aproxima a publicaciones producidas en otras coordenadas geográficas (De Donno & Martegani, 2016; Bandel et al., 2019; Guerra & Quintela, 2020). Se trata de lo que Paula Guerra y Pedro Quintela han definido como el canon subcultural y global del fanzine, también presente en el contexto de la transición (Guerra & Quintela, 2020): un corpus estético que recurre a formas fragmentadas, toscas, feístas, que hace implícito su amateurismo y los procesos artesanales de edición al tiempo que desvela la manipulación ejercida por los medios de comunicación comerciales.

La prensa marginal era también un soporte en el que imaginar posibilidades, en un momento en que la muerte de Franco marcaba la apertura del horizonte histórico. No solo trataba de practicar o difundir una “contracultura”, o una cultura nueva, sino prefigurar un mundo distinto, regido por estructuras económicas y sociales más solidarias, libres y horizontales. En ese sentido, en ella podemos rastrear las genealogías de muchas de las luchas sostenidas en la actualidad, como podrían ser la ecologista o el movimiento LGTBIQ+ (imágenes 8 y 9).

    

“Por la liberación de la sexualidad” en La Pluma y Portada de Malahierba

(8) “Por la liberación de la sexualidad” en La Pluma. Boletín de la Coordinadora de Col·lectius per l’Alliberament Gai (CGAC), s.n., 1979, Barcelona. Centre LGTBIQ+ de Barcelona – Archivo Armand de Fluvià / (9) Portada de Malahierba nº0, abril de 1981, Valencia. Archivo Uberto Stabile – Universidad de Huelva.

     

Tareas pendientes

El legado de las contraculturas de los 70 comienza a ponerse en valor, especialmente tras la publicación del libro Culpables por la literatura. Imaginación política y contracultura en la transición española (1968-1986), de Germán Labrador Méndez (Akal, 2017), y de exposiciones como “Poéticas de la democracia. Imágenes y contraimágenes de la Transición” (Museo Nacional Reina Sofía, 2018), o la más reciente “Underground y contracultura en la Cataluña de los 70” (Palau Robert, 2021; CentroCentro, 2023). Sin embargo, las ediciones marginales, en su especificidad histórica, estética y formal, permanecen en gran medida excluidas de la investigación histórica académica (Thoburn, 2016).

Son escasos pero crecientes los trabajos que abordan el fenómeno de la autoedición en España. Cabe señalar el estudio pionero que realizaron, en 1996, los músicos Kike Babas y Kike Turrón, De espaldas al kiosco. Guía histórica de fanzines y otros papelujos de alcantarilla, donde ya reseñaban estas primeras publicaciones marginales de los 70; o los trabajos más recientes de Manuel Moreno, Abel Cuevas y César Prieto (Moreno & Cuevas, 2020; Moreno et al., 2022). No quiero dejar de mencionar, asimismo, la exposición comisariada en 2005 por Anxo Rabuñal, O lado da sombra. Sedición gráfica e iniciativas ignoradas, raras ou desacreditadas entre 1971 e 1989, que sin duda se encuentra en el origen de mi propia investigación.

No solo queda pendiente profundizar y diversificar estas investigaciones, sino también la creación de centros especializados en este tipo de materiales. Se trata de iniciativas ampliamente desarrolladas en otros países, como es el caso del Archivo de Publicaciones Independientes (AIP) de la Universidad para las Artes de Bremen y sus grupos de investigación asociados, que trabajan sobre una colección de ediciones clandestinas y autopublicaciones internacionales entre 1965 y 1975; el Archivo de Cultura Alternativa del Instituto de Etnología Europea de la Universidad Humboldt (Berlín), que reúne materiales de archivo literarios, artísticos y políticos de los nuevos movimientos sociales en Alemania desde la década de 1960; o la ya mencionada Barnard Zine Library de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

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Inés Molina es doctoranda en el Departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid. Sus líneas de investigación atienden a las contraculturas de los años 60 y 70 a través de la historia social, la historia del arte y los estudios culturales.

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Referencias bibliográficas:

Bandel, J.-F., Gilbert,  A., & Prill, T. 2019. Under the Radar: Underground Zines and Self-Publications 1965 – 1975. Spector Books.

Barnard Zine Library. s. f. What is a Zine? Zine Library. https://zines.barnard.edu/zine-basics.

Dana, R. 2022. Cheap Copies! The Obsolete Press Guide to DIY Hectography, Mimeography & Spirit Duplication. Obsolete Press.

De Donno, E., & Martegani, A. 2016. Yes Yes Yes Alternative Press. ’66-’77 from Provo to Punk. VIAINDUSTRIAE.

Duncombe, S. 1997. Notes from Underground: Zines and the Politics of Alternative Culture, pp. 10-11.

Guerra, P., & Quintela, P. (Eds.). 2020. Punk, Fanzines and DIY Cultures in a Global World: Fast, Furious and Xerox. Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1007/978-3-030-28876-1¸

Labrador Méndez, G. 2017. Culpables por la literatura. Imaginación política y contracultura en la transición española (1968-1986). Akal.

Moreno, M., & Cuevas, A. 2020. Todo era posible: Revistas underground y de contracultura en España, 1968-1983. Libros Walden. Sobre el fenómeno musical,

Moreno, M., Cuevas, A., & Prieto, C. 2022. Papeles subterráneos. Fanzines musicales en España desde la transición hasta el siglo XXI. Libros Walden.

Radcliff, P. B. 2011. Making Democratic Citizens in Spain: Civil Society and the Popular Origins of the Transition, 1960-78. Palgrave-Macmillan.

Thoburn, N. 2016. Anti-Book. On the art and politics of radical publishing. University of Minnesota Press, p. 13.

Valencia-García, L. D. 2018. Antiauthoritarian Youth Culture in Francoist Spain: Clashing with Fascism.  

Wilhelmi, G. 2016. Romper el consenso: La izquierda radical en la Transición española. Siglo XXI.

     

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