Las estelas decoradas del Suroeste solo pudieron grabarse con herramientas de hierro

Las llamadas estelas de guerrero y diademadas que se distribuyen por gran parte del oeste de la península ibérica suponen una de las manifestaciones simbólicas más expresivas de las sociedades preestatales del extremo occidental de Europa.

Se trata de monumentos erigidos en losas de piedra con una altura media de 1,60 metros (oscilando entre los menos de 0,50 metros y los más de 2,60 metros), en los que aparecen grabados motivos variados como espadas, escudos, lanzas, fíbulas, carros o figuras humanas, entre otros. Además de su significado, su cronología es uno de los temas más controvertidos, pues se ha discutido si se trata de monumentos de la Edad del Bronce o de la Edad del Hierro.

Ahora, un equipo multidisciplinar de investigadores españoles, portugueses y alemanes liderados por el investigador Ralph Araque González de la Universidad de Friburgo, y entre los que se incluye Pablo Paniego Díaz de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha constatado experimentalmente que el conocimiento de la tecnología del hierro fue fundamental para elaborar las estelas talladas en piedras duras como son las cuarcitas.

“Este hecho supone que las estelas que utilizaron como soporte este tipo de piedra solo pudieron ser grabadas con posterioridad a la llegada y adopción del hierro por las poblaciones que las realizaron, lo cual significa que su cronología debió ser posterior a la que tradicionalmente se ha defendido de forma mayoritaria”, explica Paniego Díaz.

Cincel de hierro

El planteamiento de partida del proyecto, financiado por el Deutsche Forschungsgemeinschaft (DFG), fue comprobar si las estelas podían ser grabadas con herramientas líticas o de bronce. Para ello, se hicieron reproducciones de cinceles de bronce de diferente dureza y réplicas de herramientas líticas.

De forma paralela, los geólogos identificaron qué tipo de piedras eran exactamente las utilizadas para hacer las estelas. Utilizando soportes exactamente iguales a los originales, canteros formados en técnicas tradicionales procedieron a su tallado, demostrando que ambos tipos de herramientas (líticos y de bronce) no eran eficaces para las piedras más duras.

Ante esta situación, se optó por explorar el uso del hierro con una calidad equiparable al del cincel del yacimiento portugués de Rocha do Vigio-2 (el nivel donde apareció el cincel ha sido fechado entre el 900 y el 770 cal. BC), el cual fue analizado mediante una metalografía que concluyó que su dureza era mayor a la esperada.

Con este cincel de hierro, cuyas características eran iguales al del original, se procedió a grabar las estelas. El resultado, publicado en el Journal of Archaeological Science, demuestra que el uso del hierro era necesario para poder grabar los elaborados motivos presentes en las estelas de soportes duros.

“El resultado de esta experimentación se muestra crucial para definir la cronología de las estelas, al menos las de cuarcita y otros soportes duros o muy duros, ya que la introducción y el dominio de la tecnología del hierro suponen un terminus post quem, o fecha más antigua, de la elaboración de las estelas”, concluye Paniego Díaz.

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^{A, Petrografía de un cuarzo-arenisca silicatada de las estelas de Capilla; B, Metalografía del cincel de Rocha do Vigio-2; C, Cincel completo de hierro de Rocha do Vigio-2; D, Réplica de motivos de la estela Capilla VIII sobre un soporte con el mismo litotipo que la original; E, Horno Experimental de Hierro / A, Rafael Ferreiro Mählmann; B, Bastian Asmus; C, D, Ralph Araque; E, Pablo Paniego Díaz.}

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Referencia bibliográfica:

Araque González, R., Asmus, B., Baptista, P., Mataloto, R., Paniego Díaz, P., Rammelkammer, V., Richter, A., Vintrici, G., Ferreiro Mählmann, R. 2023. Stone-working and the earliest steel in Iberia: Scientific analyses and experimental replications of final bronze age stelae and tools. Journal of Archaeological Science, 152. doi: 10.1016/j.jas.2023.105742

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