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La narrativa como herramienta profesional: Asignatura Transversal en la UAM para recuperar el Humanismo
Todos nos reconocemos en el relato que de nosotros construye la memoria de cada cual. Que con demasiada frecuencia es cambiante.
Las personas nos relacionamos desde nuestras historias, por lo que la relación entre dos personas es la interconexión de dos relatos. Cada uno llega al encuentro con su historia colgada de la espalda, cada personaje, con su mochila vital, al fin y al cabo, somos hijos de nuestras vivencias, tanto como de nuestra carga genética.
Esto pasará siempre, independientemente de que hablemos de abogados y delincuentes, docentes y discentes, sanitarios y pacientes, comerciantes y clientes... Siempre es igual, un intercambio más o menos gaseoso de experiencias y de verdades o creencias.
Cuando desde nuestro relato, nuestra realidad, escuchamos al otro, su verdad, que, en ocasiones, entrará en colisión con la nuestra, gestará un proceso de intercambio inevitable, que puede reafirmarnos, dejarnos indiferentes o crearnos cierto grado de incertidumbre, que, si bien desestabiliza ayuda al crecimiento, aunque como todo crecimiento pueda ser doloroso.
Cuando entramos en contacto con alguien, no solo nuestra piel, nuestra voluntad, entran en conexión, también, nuestras expectativas, nuestros deseos, nuestros sueños o nuestros prejuicios…
Todo es demasiado rápido.
En la mayoría de las ocasiones esas conexiones pasan desapercibidos y se pierden por el sumidero de lo irrelevante para nuestra consciencia, aunque el inconsciente toma nota.
Escribir sobre esas experiencias condenadas, por su rapidez, a engrosar el bagaje de nuestros recuerdos “olvidados”, nos permite fijarlos en el aquí y en el ahora, ya nada los cambiará y, sobre todo, reflexionar sobre lo acontecido y sus significados. Lo que sin duda enriquecerá la vivencia, haciendo aflorar matices que de la otra manera pasarían desapercibidos u olvidados.
Este ejercicio reflexivo, plasmando negro sobre blanco, nos enseñará aspectos desconocidos del otro y de nosotros mismos. El poliedro del encuentro tendrá caras intuidas o despreciadas por inconsistentes, que, bajo la lupa de la recreación escrita toman otro significado, aportando una nueva visión de los hechos.
La narrativa es el arte de usar historias para conectar, comunicar y transformar en contextos profesionales.
Surgida en la Universidad de Columbia en 2001, la medicina narrativa ha desarrollado principios y prácticas que capacitan a los profesionales clínicos para comprender mejor las experiencias y perspectivas de sus pacientes esta disciplina busca profundizar la autoconciencia, la eficacia clínica, las habilidades colaborativas y la creatividad mediante rigurosas prácticas y formación narrativa.
El grupo de profesores, de la Unidad de Medicina de Familia, del Departamento de Medicina, de la Facultad de Medicina a la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) empeñados en dar a conocer la Medicina Narrativa, vimos como en la base del aprendizaje estaba la interacción con la literatura, la filosofía y otras humanidades por ello decidimos abrir sus contenidos a la formación de otros grupos profesionales en formación en la UAM.
Así fue como hace tres años propusimos la creación de un asignatura Transversal denominada “La Narrativa como Herramienta Profesional”.
Este año, por fin, ha visto la luz y se ha desarrollado según lo previsto.
Tratamos de afianzarnos en los siguientes principios educativos:
- Reconectar al estudiante con una experiencia sensible (A través de las prácticas artísticas reelaborar la experiencia donde cada uno percibe, siente y experimenta).
- Trabajar en interpretación (El gesto hermenéutico de la interpretación permite una escucha y análisis de las palabras del otro, de la historia)
- Trabajar la imaginación (A través de la escritura o ejercicios creativos permite comprender la experiencia del otro, practicar la proxémica, encontrar la distancia correcta)
- Alimentar la curiosidad
- Preservar una actitud de descubrimiento, “mente de principiante”
Construimos una asignatura de clases y talleres, para un máximo de veinte alumnos y un mínimo de diez como exige la Universidad.
Todas las clases se impartieron en la Facultad de Medicina, los miércoles de 16 a 18 horas, según el siguiente programa:
05.03 Introducción a la asignatura. La Narrativa como Herramienta Profesional.
Teresa Blanco, Fátima Prado y Augusto Blanco
12.03 Comunicación y Empatía. Lectura y narrativa como medio de terapia, trabajo de estrategias para una comunicación empática y eficaz.
José Vizcaíno
26.03 El arte del “Bienerrar”. La narrativa como inspiración y motivación ante los errores profesionales.
Víctor Afán de Rivera y Augusto Blanco
02.04 Narrativa desarrollo personal y profesional.
Teresa Blanco y Augusto Blanco
09.04 Importancia de la escritura en salud. Biblioterapia y herramientas digitales.
Patricia Fernández
23.04 El Cine y Narrativa.
Concepción Álvarez y Alberto López
30.04 El Teatro y comunicación.
Javier Lera
07.05 Lectura y escucha de los relatos (trabajo fin de curso).
14.05 Lectura y escucha de os relatos (trabajo fin de curso).
Se matricularon 19 alumnos. Fueron evaluados 17, hubo 2 no presentados. Todos superaron la asignatura con: 7 notables, 9 sobresalientes y 1 matrícula de honor.
Era obligatorio la asistencia al 85% de sesiones, solo se podía faltar a una, no hubo necesidad de recurrir a una convocatoria extraordinaria.
La evaluación era continuada, con un valor sobre la nota final del 40%. Constaba de dos partes un análisis reflexivo sobre cada clase/taller donde debían de contestar tres cuestiones:
- Contenido y metodología: ¿Cuáles fueron los conceptos, teorías o herramientas más relevantes que aprendiste? ¿Por qué los consideras importantes?
- Desarrollo del pensamiento crítico: ¿En qué medida el seminario te impulsó a cuestionar posturas establecidas o a replantear conceptos que considerabas definitivos?
- Aspectos positivos y áreas de mejora: ¿Qué aspectos valoras más del curso o seminario? ¿Qué elementos crees que podrían mejorarse y cómo lo sugerirías?
Las respuestas debían ser subidas a la plataforma Moodle antes de 5 días. Los profesores se comprometieron a subir sus notas de los análisis y la participación en 5 días después de los alumnos. Este trabajo equivalía al 60% de la nota y el 40% restante resultaba según participación por parte del alumno en el taller o la clase.
Se les pedía como ejercicio para completar la nota, con un valor del 60% un relato de no más de 1000 palabras. El 80% era la escritura del relato en si, y un 20% de la lectura.
La narrativa para nosotros tiene dos patas importantes el RELATAR y el ESCUCHAR, por eso dedicamos dos clases de evaluación, lectura y escucha de sus relatos, repartidos en dos grupos por orden alfabético. Leer y escuchar.
Al final, construimos un libro con los relatos de todos ellos, la bibliografía aportada en las clases y la relación de películas y libros recomendados.
Todos los alumnos resultaron ser de Medicina, creemos que por proximidad física y por falta de difusión en otras facultades de campus.
Como anécdota el 26 de mayo pasado en la Gran Vía (Teatro Edo Gran Vía) se representó una obra llamada: “Diario vivo”, donde ocho profesionales (periodistas, ingenieros, humoristas, arquitectos… en esta ocasión no hubo sanitarios) presentaban relatos de su interés: de denuncia, de reflexión, de catarsis personal… La esencia de nuestra propuesta.
Del análisis cumplimentado por los alumnos respondiendo a la tercera cuestión hemos obtenido la evaluación de la asignatura.
Como anécdota, que nos hace sentirnos especialmente orgullosos, comentar que, salvo una alumna, todos los demás se habían apuntado a la desesperada, no había otra asignatura a la que acogerse para conseguir los créditos. Solo sabían que sonaba a “rollo mariano”, no parecía difícil de aprobar, una “maría”. Es decir, no contábamos a priori con el público mas volcado en el proyecto.
En el tercer apartado del análisis, dentro de la evaluación continuada, se le pedía áreas de mejora: donde lo que expresaban de un modo general es que querían más espacio físico y más tiempo para participar.
Nos permitimos exponer el inicio de uno de los relatos de una de las alumnas (con el oportuno consentimiento):
“Este año está siendo completamente agotador, y no solo por la dificultad del temario o la complejidad de la carrera, sino porque tengo la sensación de que se me está haciendo muy difícil afrontar y abordar esta nueva vida. Sin embargo, dentro del estrés y la desesperación que me han generado estos últimos meses, he conseguido encontrar un rato de desconexión todos los miércoles de cuatro a seis de la tarde. Y es que solo me bastó la segunda clase de esta asignatura para darme cuenta de lo mucho que me iba a ayudar para parar un momento, y tener la oportunidad de reflexionar acerca de mí, comentar lo que dicen el resto de mis compañeros y escuchar a los profesores…”
Es un ejemplo, pero es un sentir generalizado entre los alumnos, de hecho, uno de los puntos fuertes para ellos ha sido haberse sentido escuchados y que en esta Universidad, en esta asignatura, su opinión sea exponible, discutible y comentable, clave a recuperar el humanismo, el espíritu universitario
La sensación del profesorado ha sido excelente por lo que nos sentimos animados a presentar una nueva edición para el curso 2025-26.
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Fátima Prado. Licenciada en Medicina por la Universidad de Cantabria en 1995, especialista en MFYC desde 1999, médico de familia en el SERMAS desde entonces, desde 2011 en el CS Prosperidad. Colaboradora clínica docente, tutora de residentes y desde 2018 Profesora Asociada en la UAM en la Unidad Docente de Medicina de Familia. Coordinadora de las asignaturas Introducción a la Práctica Clínica de 2º del grado de Medicina y de Narrativa como herramienta profesional, asignatura transversal.
Augusto Blanco: Médico de Familia, profesor asociado de la UAM, en la actualidad jubilado y profesor honorario. Entiende la Profesión como un arte, sustentado en distintas ciencias, para aplicarlo en beneficio de las personas. Autor de un par de libros de relatos docentes, base de su defensa de la Narrativa Médica.
Teresa Blanco: Médico de familia, tutora de residentes, profesora asociada de la Facultad de medicina de la UAM, en la actualidad profesora honoraria. Empeñada en difundir la Medicina Narrativa como herramienta para una atención mas compasiva a los pacientes desde la comprensión de su relato y de nuestras emociones. Profesora en la asignatura transversal de la UAM "la Narrativa como herramienta profesional".