Majareta

¿Medicina 'gráfica'?

En 2007, el médico y autor de cómics británico Ian Williams acuñó el término “graphic medicine” para referirse tanto a los cómics de ficción que trataban (de manera más o menos directa) temas de salud como a obras de divulgación médica elaboradas en viñetas.

En pocos años, lo que aquí se tradujo como #MedicinaGráfica se ha ido haciendo un hueco en los dos ámbitos profesionales: el del cómic y el de la medicina. Buena parte de su éxito se debe a la labor del equipo de MedicinaGrafica.com, portal especializado capitaneado por la médica de urgencias (y también autora de cómics) Mónica Lalanda. En esta web se pueden encontrar multitud de reseñas clasificadas y comentadas sobre cómics de todo tipo, muchos de los cuales podéis coger en préstamo en la Colección especial de Medicina gráfica de la Biblioteca de Medicina.

Aunque se considera #MedicinaGráfica tanto una infografía sobre los riesgos de contagio de la COVID-19 como la historia de la expedición Balmis contra la viruela, qué duda cabe que el grueso de este “género” lo ocupan los testimonios autobiográficos. Muchas personas que han sufrido una enfermedad o un accidente, o bien que conviven con algún tipo de diversidad funcional, sensorial o psíquica, sienten la necesidad de compartir su experiencia vital mediante una obra creativa. Y el cómic, con su narrativa visual, directa, expresiva y sin limitaciones, es un medio excelente para conectar con otra gente y explicar cómo se sienten.

Te traemos aquí una de estas autobiografías dibujadas que encontrarás en la colección de cómics con la signatura M/Cómic/FOR Maj

Ellen Forney: Majareta. Manía, depresión, Miguel Ángel y yo (Barcelona: La Cúpula, 2014)

Ellen siempre está activa: dibuja fanzines, hace deporte, monta fiestas, viaja, se enrolla con cualquiera y con cualquier cosa… Se siente exultante, pero más apropiadamente está acelerada.

Cuando le diagnostican un trastorno bipolar, la primera reacción es de miedo: ¿sofocará la medicación su brillantez creativa, sus ideas locas, su alegría desbordante? Ha olvidado, en su aturdimiento, que también tiene periodos de bajón en los que sufre mucho y se siente completamente anulada.

Ella preferiría pertenecer al que llama Club Van Gogh: una especie de sociedad secreta que reúne a los más famosos artistas bipolares de todos los tiempos, cuya “locura” iba indisolublemente unida a su genio. ¿Eran artistas porque eran bipolares o eran bipolares porque eran artistas? ¿Son ambas condiciones inseparables?

A lo largo de estas páginas en blanco y negro, con un dibujo caricaturesco, fluido y salpicado de “explosiones bipolares” (en el que también se mezclan impactantes autorretratos de su hundimiento), Forney nos explica con claridad en qué consiste la alternancia de episodios maníacos y depresivos. Y al llevarnos de la mano en su camino a través del trastorno bipolar, desde el diagnóstico hasta el equilibrio, nos ayuda a entender desde fuera el comportamiento, a veces incomprensible, de otras personas.

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